
La terapia de la que todo el mundo habla
La Integración Sensorial se ha convertido en la terapia de la que todo el mundo habla…pero ¿por qué?
Lo primero que debemos dejar claro, es que es un método de intervención, es decir, los terapeutas ocupacionales no «hacemos integración sensorial» hacemos «terapia ocupacional basada en la teoría de integración sensorial» y esto es importante porque no es una profesión en sí misma, sino uno de tantos métodos de intervención que aplicamos en nuestra práctica diaria.
Una vez aclarado esto, pasaremos a explicar un poco más en qué consiste éste método y por qué está tan de «moda».
¿Qué es la Integración Sensorial (IS)?
Un proceso neurobiológico que ocurre en varios niveles del sistema nervioso: «[…]organiza las sensaciones internas y externas, además de hacer posible el uso del cuerpo de la forma más efectiva respecto al ambiente» (Ayres, 1972b).
La Teoría de la Integración Sensorial de Jane Ayres, aporta un modelo de práctica de terapia ocupacional, que incluye procedimientos de evaluación e intervención.
Aporta un punto de vista bastante diferente al de otros tipos de intervención, puesto que en IS realizamos una interpretación del comportamiento humano basada en procesos sensoriales. La información sensorial que recibimos guía nuestro desarrollo conductual y nuestro desempeño ocupacional. La teoría tradicional de la IS se centra en la información vestibular, propioceptiva y táctil, pero otros sistemas sensoriales también son relevantes (visual, auditivo, gustativo…).
Sabemos que las alteraciones en el procesamiento sensorial pueden suponer un gran impacto en el desarrollo de los niñ@s y los terapeutas ocupacionales somos los únicos con la formación adecuada para poder valorarlo. Cada vez son más los casos de niñ@s que van a terapia con otros profesionales y no consiguen ninguna mejoría, porque en realidad, no se está tratando el problema de base.
¿Puede ser lo que necesita mi hij@?
Algunos de las conductas que podemos observar en niñ@s con estas dificultades son:
- Torpeza: niños a los que les cuesta mucho mantener el equilibrio, con malas destrezas manipulativas, que tropiezan y se caen constantemente…
- Hiperactividad: están constantemente buscando movimiento, no paran quietos, se levantan y se sientan constantemente, no son capaces de permanecer quietos para realizar actividades…
- Problemas conductuales: agresividad, retracción, enfados, llanto…
- Miedo: muestran miedo a lugares nuevos, no interactúan con el entorno, les dan miedo cosas cotidianas…
- Dificultades para realizar actividades cotidianas: vestirse, comer, realizar las tareas del colegio…
Los problemas de procesamiento sensorial pueden pasar desapercibidos durante mucho tiempo, pero llegan a generar un impacto muy grande en el desempeño de los niños. Los padres sois los únicos que tenéis información suficiente como para decidir si esto está ocurriendo o no y actuar en consecuencia.